viernes, 26 de julio de 2013

Corazones en duelo... ( accidente tren en Santiago de Compostela )



La muerte supo su destino al torcer en la curva  que rozaba  al principio en silencio, los tantos corazones que debería llevarse.
Apartó su maraña de alboroto de muecas y fue abriendo su capa para acoger el duelo que se iba acercando en cada chirrido que emitían los rieles de la vía ferroviaria.
Nadie sabía si este iba a ser su día o si aún le esperaba alguno de ese regalo hermoso que le llegó cuando fue nacido.
Nadie, nadie esperaba que quien en esta ocasión iba a recogerle a la estación, sería la parca.
A su familia o amigos sólo les iba a ser permitido recorrer recuerdos y llorar dormidos o despiertos su falta, esa ausencia diaria que ya sería para siempre.
Un dolor silencioso abrumando los días y las noches hasta estallar en ese otro dolor arisco y puntilloso de la amargura y el tremendo desasosiego, que se cuela hasta la sangre honda que evita los suspiros abiertos.
Y el resto de la vida sigue... siempre sigue, porque el tiempo no para para nadie, creando una obligación para continuar a pesar de que el corazón se quede atrapado para siempre, en los escombros de unos rieles de esa vía del tren...

( ¡ Ánimo Galicia ! )

3 comentarios:

  1. Tremendo texto,tremendo suceso..sin palabras...
    Un abrazo Guaci..

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  2. Ella decide a quien llevarse en cada momento. Nosotros sólo podemos aceptar y llorar su decisión.
    Un recuerdo muy bonito, Guaci.
    Abrazos.

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  3. No viajaban en un tren,era una chapuza a una velocidad asesina y sin medidas de seguridad.
    Al dolor de la tragedía se une la impotencia del pueblo ante tanta mentira que nada consuela si no al contrario.
    Gracias por tus palabras de cariño.
    Un abrazo.

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