jueves, 25 de octubre de 2012

Pañuelos bordados ...



La extraña felicidad no se deja acercar, por más que se expandan las aletas del alma.
Esas que saben respirar aunque no tengan espacio abierto.



Y desnudan las gotas del agua resbalosa que moja los suspiros y alguna de las pálidas sonrisas.
Unas sonrisas que antes fueron sueños de horrores y ahora se han convertido en un diálogo plácido y ductil , que acaricia pañuelos en el aire, bañados en mil lágrimas. 

¡ Ser feliz !...no concide con lo que siento.
Necesito un baño de ese mar que sabe de mis penas y nota mis ausencias de sus aguas.
Necesito mojarme del sabor tan salado que me irrita la piel, para poder detener las rayas del pasado que se han quedado escritas en mi espalda.
Cada resto de ola se enlaza con mi cuerpo en un lento abandono, tranquilo, protegiendo los lazos de mi aire, el que conoce mis secretos.
He depositado mi locura en pensar que puedo ser feliz, en algún tiempo.
Trabajo en mis ideas, con notas de un piano dormido en una iglesia, que sueña en acercarse a las almas que de noche respiran.
No hay una identidad para los pasos que esperan, ni tampoco escondites para rozar los rezos que se abrazan entre lineas perdidas.
La extraña felicidad, da vueltas, se mueve con premura y tengo que parar la dañina figura que se agita y vive en pequeños pañuelos, bordados con ternura, que lindan con mis súplicas.    

4 comentarios:

  1. Siento ese piano, silencioso por momentos, deseoso y bien armado, calmado y de teclas mágicas, locas.
    Un abrazo

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  2. Dicen que la felicidad está dentro de nosotros. Pero no siempre se cumple esa "ley". A veces nuestro entorno nos pone trabas para alcanzarla.
    Trabajemos, pues, para que nuestro entorno cambie... y se adapte a esa búsqueda de la felicidad.

    Mil besos, tesoro.

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  3. La felicidad,siempre esta dentro de nosotros los cambios nunca son de fuera para adentro....sino de adentro para afuera son los que siempre funcionan.muchos besos.

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  4. La extraña locura de querer alcanzar la extraña y breve felicidad...
    Un beso.

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