sábado, 25 de agosto de 2012

Ángeles caídos








Pasos agigantados de desidia, que escupe el aire por donde se pasean los desechos.

El humo se expande y abraza restos angustiosos de unas voces, que intentan resurgir de un lodo oscuro, burdo, insultante al salir de un mar de miedos y de nadas.

El resto de sus cuerpos está maltrecho y tan llagado como el alma que aún habita en él.

Escucha en la calle sus ruidos al compás de otros ruidos que conviven al lado de su trampa, una trampa de días olvidados y otros de recuerdos que se aplastan en medio de un corazón sin lágrimas, ni adioses.

Los ángeles abusan de sus alas para llevarse el suspiro de aquellos, que se duermen a su lado.

Son ángeles caídos esperando en rincones de calles desahuciadas.

Sus pasos son cansados y aburridos al caerse la  noche encima de su espalda, esa que va soportando la vida disipada y destruida en cada voz dormida entre su piel que se desnuda al alba.

Son ángeles caídos los que toman las calles, después de alguna vida que se escapa.

4 comentarios:

  1. Una profundísima reflexión poética,en un tema duro que nos atañe a todos.
    La pobreza,la marginación,tantas lacras que persiguen al ser humano.
    Un abrazo.

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  2. Se me ha erizado el pelo con el final, ángeles caídos que toman las calles.
    Muy buena prosa, marca la lectura con su alo tétrico.
    Besos

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  3. Guaci, cariño... quisiera volver a leer ese preciosismo que vive en tus poemas.
    Estos ángeles caídos -aunque hermosos ¿cómo no, saliendo de tu pluma?- son un lúgubre reflejo de tu alma en estos instantes. Te desnudas entre líneas... y la imagen es amarga en exceso.
    Quiero verte de nuevo, Guaci. Quiero estremecerme con tus letras... pero de otra forma.
    ¡¡Levanta las alas, cari!! ¡vuela tu vuelo hermoso!

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  4. Me ha encantado tu entrada, estos ángeles me han llegado al alma. Un besote.

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