sábado, 17 de noviembre de 2012

Que sí quiero quererte ...





Que sí quiero quererte,
por si luego no puedo.
Una oculta belleza
de los pies hasta el pelo
que sujeta las cintas donde
me ato los besos.

¿Qué me hubiera pasado
sin tener tu latido
latiendo entre mis senos?
Sólo abracé la luna
cuando miré tus ojos,
que miraban ansiosos
las imperfectas lineas
de mis ojos ansiosos.

La noche estuvo complice
en todas nuestras citas,
en todas nuestras noches
de cuerdos y de locos.

Durmieron su silencio
al lado de esas manos
que buscan los rincones
que te oculta el espejo,
que sabe que me miro
donde vistes tu cuerpo,
de la luz que me brota
del sudor de los labios
de mi cansado cuerpo.

Y quererte si quiero,
por si acaso más tarde
no pudiera quererte,
por no estar en el sitio
donde existen recuerdos
que se abrazan deprisa,
despues de tantos años
esperando regresos.

Y que noche tan larga,
si en la luna durmiente
los besos, besan solos
con esa vida propia,
que gana las batallas
escritas con sonrisas
de veloces espasmos
que despiertan al alba.

Y si luego no puedo,
no pudiera quererte,
será que me he caído
del lazo de tus brazos
y viviré ocultada
detrás de lo imperfecto
de unos ojos de lágrimas
que se miran en lunas
donde sólo hay un beso,
atrapado en dos labios
que sueñan con quererse
en cuerpos tan extraños
que se sueñan despiertos.


Foto: Juan Hernández Machado


domingo, 11 de noviembre de 2012

Noche o día ...


Dejaré las pisadas profundas
de mi silencio negro,
donde ya no hay perdones
que pueda regalarte,
que la vida me da
muerte consentida
y consiente en que viva
en abandono,
de la luz y de la sombra mía.

No tengo vida sino muerte
y aún siendo que es mi muerte
la comparto,
pues que al morir yo
doy vida propia a otros
y en cambio si estoy viva ...
los aparto.

Si despierto me asusto
de morirme,
y en este trago tan burdo e inhumano
se deslizan mil voces desunidas
que se inclinan a matarme despacio,
haciendo que mi sedienta vida
se esconda en el castigo
de su abrazo.

No me diera a beber
así el castigo,
sino sangre de rojo fuego ardiente
como si fuera leche
de su vientre caliente,
que supiera salvar
voces de muerte,
que aún viven entre vivos
que se mueren.

Toda la vida a rastras
de rastrojos.
Toda la herida
sangrando poco a poco
la muchísima muerte
y poca vida,
que no supo saber
que en el olvido
podría detener
la muerte en vida.

De nuevo fue tenaz
la muerte oscura
y fue empalideciendo
paso a paso, beso a beso,
la pertinaz luz tan escondida,
a una sombra valiente y decidida.

La solitaria vida
que vivía
rondándole a la muerte
en su amargura,
fue adquiriendo temor
de esa figura,
que odiandola en su día
la vestía 
y amándola en su noche desnudaba
el sol absurdo,
de cada absurdo día que vencía.



jueves, 8 de noviembre de 2012

Vivo en lo que piensas ...



Se que no es lo habitual, pero si tu pudieras que esta noche alcanzara la luna, te lo agradecería.

Sólo con un momento que me quede en tus brazos, sería suficiente para vivir despacio este rato sin prisa, con tus  labios perdidos al borde de mis labios.
¿ Podrías alcanzarme la luz de la que te hablo ?
No tengo más palabras que las  justas, las que se duermen con el silencio dulce que me habita cada vez que recorres la piel que a mi me adorna, al lado de tus noches y al lado de tus días.
Si me dejas un poco de tu voz, diría que tus manos, son palabras salvajes que abordan mi cabeza.
La esquina de mis manos,quizá es más parecida a una pequeña danza tribal y sin cadenas, para un regreso rápido a esa paz que me dejas, cuando tratas mi cuerpo con las hojas del té, que calma mi cabeza.
Tengo un tiempo perdido, desde que en aquel año, donde se paró un beso tropezando entre sienes, me acunaste los sueños a pesar de las dudas de que no son los sueños, los que rompen fronteras.
Siento que sé que siempre me quedaré contigo y a la vez va doliendome el alma, porque sé que me alejo, si me siento despierta.
La magia de los fuegos, se rompe entre la velas y el calor que aparece se parece a los besos y a los pasos preciosos que siempre se han quedado, y esperan que los mime pintando las sonrisas en los labios de seda.
Sé que esto se hace raro, pero " me vivo en ti", si vivo en lo que piensas. 

Foto: Juan Hernández Machado                                   

lunes, 5 de noviembre de 2012

De lejos ...






Te exigiré la vida
cuando muera,
igual que tú hiciste conmigo.

¿ A dónde voy a huir
si no es a mi ventana
deslucida?


A esa destartalada luz
que me suicida
al filo de las noches cada día.

¿ A quién puedo reclamar
una sonrisa ?
Aunque luego se desvista
de los labios
y pase a ser tan sólo,
otra boca indolente
que me grita.

¿ A quién voy a dejarle
mi locura
cuando se acaben los días
de mi fiesta ?

Y la tristeza del jueves
por la tarde
¿ quién podrá recogerla ?

No tengo tanto tiempo
para decirle a alguien
que se guarde mi sombra
y aunque sea de lejos,
bese mi silueta.

No me queda otro tiempo
que el que tengo
y me resta  minutos...
cada vez que me piensa.

Este es el otro poema, que componía el trabajo con el que me dieron el premio del Certamen de Numen.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Piel de memoria...







Se robaron a sí
piel de memoria
y también a si mismos
luz de lunas
y creyeron que así
no habría dudas,
de que ellos eran dos
en una sola forma.


Se fueron despertando
lentamente
vestidos con sus galas
de domingo,
abrazaron sus cuerpos
dulcemente
y se dejaron ir
hasta la muerte.

Al poco regresaron y esta vez
se vistieron sin luces,
sin ruidos, ni dobleces.

Fue esta vez con ropajes
de caminos
y al alzarse del lecho
se encontraron
frente a frente
mirando sus destinos,
que en un silencio agónico
se habitan … en cuerpos atrevidos.

Uno de los poemas que componían el trabajo que presenté a los premiso del Grupo Numen. Y con el que he ganado uno de los premios.