domingo, 5 de mayo de 2013

Nuestra madrugada...



Me parió sin luz, de noche, al abrirse las lunas, en una fría esquina de la nieve que caía con el firme propósito de teñirme la piel que iba a ser mía.

Dispuesta a no rendirse a pesar de ese loco alboroto que se le vino encima, me dejó deslizarme a través de su vientre entre un dolor y otro hasta la vida que buscó para mi.

Se nos paró el tiempo en esa madrugada enlazadas aún por esa línea blanda y audaz que me fue alimentando de sueños y palabras durante tantos meses y luego en un mágico instante se nos rompió el silencio con el llanto que saltó de mi cuerpo hasta su fría y seca boca que me estaba esperando en cada beso pensado.

Al oír mis lamentos, descansó su cabeza sabiendo que existía con la fuerza del viento del invierno que me había traído en ese día. Me lavaron despacio con un cariño inmenso, me cubrieron de las ropas tejidas desde el centro de su tiempo hacia mis "nadas".  Después me acunaron un poco, mientrás ella miraba el fondo de mis ojos.

Cuando sentí su pecho latiendo con el mío, dejé que mi memoria recordara todo lo que vivimos abrazadas, en ese cuarto estrecho de su vientre y regresé al principio cuando casi era nada y ella acariciaba desde fuera mi extraña silueta, mientras contaba un cuento o cantaba una nana, en un aire que apenas sostenía mi nombre.

Me desperté de pronto de todos los recuerdos y me paré a mirarla. Sus ojos grandes, como grandes ventanas hacia el mundo me decían: " te quiero ", sin necesitar que ninguna palabra brotara de su boca para rozarme el alma.
Pasó un rato de silencios redondos, donde se respiraban las luces de una amanecida de nieve con sonrisas y lágrimas con el dulce sabor de la alegría de la vida donada. Luego, nos dejaron a solas con nuestras manos enlazadas.
Tan sólo nos mirábamos mientras llegaba el sueño y con él la mañana, de ese primer día de la vida que mi madre me había regalado, amparando mi cuerpo con su cuerpo, para que en mi llegada supiera que estaría protegida y que nunca, nunca... me faltaría nada.

3 comentarios:

  1. Un día de homenaje a las madres, y todo un poema a la misma causa. Tus letras son hermosas, compañera.

    Salud y abrazos

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  2. Llegar a este mundo y ser recibido por el amor y el calor de un cuerpo de quien siempre estará con nosotros, siempre aunque se vayan.
    Un homenaje precioso, amiga.
    Bs.

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  3. uy..por fin entré! busqué la opción que me decia entrar a pesar de las amenazas...y entré!

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